Comer con los ojos, esta expresión, que habremos repetido un montón de veces cuando, sin saber muy bien cómo, es el sentido de la vista, y no el clásico sentido del gusto o el olfato el que ha elegido que plato se va a servir en vuestra mesa. Ya no nos resulta extraño que incluso los restaurantes más punteros de Madrid capital requieran...
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