La noche se entraba, / el sol se había puesto: / perdido en las sombras / yo pensé un momento:/ ¡Dios mío, qué solos/ se quedan los muertos! (Estrofa de la Rima LXXIII de Gustavo Adolfo Bécquer. 1836-1870)Caía la tarde cuando sonó el teléfono, su cara de asombro y pesar reflejaba sus sentimientos; una triste noticia sacudió el resto del ...
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