Este verano hemos pasado parte de nuestras vacaciones en la isla indonesia de Bali. Allí, aparte de vivir un par de terremotos y sus consiguientes réplicas (sin consecuencias, gracias a Dios), hemos podido disfrutar de la hospitalidad de sus gentes y de su deliciosa gastronomía y hasta hemos aprendido a preparar uno de sus platos más caracterí...
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