Bueno, en puridad, tampoco de parranda. Sí que es cierto que desde el verano la cocina ha quedado en un segundo plano, practicamente al fisiológico acto de alimentarme. Incluso (extraño en mi) recurriendo a algunas latas inmundas. Como leéis. Las obligaciones mandan, y también el cuerpo. A veces, el poquísimo tiempo libre que te queda lo...
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