Cuando alcen los vencejos, cenital, su desorden y la tarde se ponga, de tan insoportable- mente bella, del color de la lluvia, dale a la desmemoria su espacio suficiente, y olvida el descanso de ti, y olvídate de ti, y olvídame, y ve con ellos, vete con la tarde. Maria Victoria Atencia (Poeta malagueña) Oigo ruidos extraños en el extractor...
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