El final de junio se caracteriza por el fin de las clases que llenan las calles de niños, la apertura de las piscinas, los puestos callejeros de helados o los abanicos para sofocar el calor que empieza a apretar.
Pero si hay algo que de verdad define el comienzo del verano madrileño es, sin lugar a dudas, es que comienza la temporada...
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