Érase una vez... a ver... no sé por donde empezar. Sí, sí sé. Érase una vez un pan de leche de quitar el sentío, las penas y hasta el hipo. Vamos a partir de una base, en la casa de la madre Cuentacuentos hace años se compraban los bollos de leche típicos industriales y sus dos hijitos (ya no tan hijitos) se los zampaban sin...
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