Nuestros pasos siguen avanzando por este castizo callejón de Álvarez Gato, al tiempo que nuestros estómagos siguen rugiendo, pidiendo más, reclamando más. Una vez que salimos de la esencia de Roma en la Taberna Pompeyana, nos topamos enseguida con un cruce de caminos. Dos flechas que nos invitan a elegir: a la izquierda Esparta, a la dere...
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