Seguía a pie juntillas las instrucciones que nos indicaban: cojan una y antes de comérsela, por favor, deben olerlas, aspiren su aroma ¿A qué huele" nos preguntaron. Y yo, ni corta ni perezosa contesté la primera, dije lo que inmediatamente me vino a mi mente: Huele a mi padre. Huele a la orza de aceitunas de la cocina d...
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